miércoles, 2 de septiembre de 2020

Tema 4

Tema 4.  La Literatura del siglo XV ( Transición)


1. EL SIGLO XV  


Vídeo introducción








Se considera que en el siglo XV finaliza la Edad Media.
·        Desde el punto de vista socio-económico y político:
o   Crisis del sistema feudal: el poder se concentra en manos de los reyes a costa de la nobleza y la Iglesia.
o   Aparece una nueva clase social: la burguesía, que difunde su mentalidad y sus valores: individualismo, el provecho económico, la importancia del desarrollo científico y técnico, el ansia de conocimiento.
o   La actividad mercantil permite viajar a los países más lejanos. Comienza la era de los descubrimientos y las aplicaciones de los grandes inventos (la brújula, la pólvora…).
·        Desde el punto de vida cultural:
o   Invención de la imprenta: junto a la difusión del papel, permite abaratar los libros que son ahora accesibles a un público más amplio.
o   Desarrollo del Humanismo: movimiento cultural que sitúa al hombre en el centro de su interés. Se revaloriza el cultivo de las letras y de las bellas artes, se vuelven los ojos hacia la Antigüedad clásica greco-latina y se escribe tanto en latín como en lengua romance. Con ello la cultura se seculariza, es decir, disminuye el peso cultural de la Iglesia.

1.1. EL SIGLO XV EN ESPAÑA

En Castilla y Aragón son constantes durante el siglo XV los conflictos entre los nobles y el poder real. Aunque ambos reinos siguen teniendo mucho tiempo sus propias leyes, quedarán unidos políticamente por el matrimonio de Isabel  de Castilla y  Fernando de Aragón, los Reyes Católicos.
Durante su reinado, se crea el Tribunal de la Inquisición, los judíos y moriscos son obligados a convertirse y, en 1492, se conquista el reino de Granada, con lo que toda la Península queda bajo dominio cristiano.
1492 va a ser una fecha decisiva en España, ya que se producen en este año importantes hechos históricos y culturales:
a) El descubrimiento de América por Cristóbal Colón.
b) Antonio de Nebrija publica la primera Gramática de una lengua romance, el castellano.
c) Los Reyes Católicos  expulsan a los judíos que no se han convertido al cristianismo. Los conversos o cristianos nuevos serán considerados sospechosos durante siglos.

En cuanto a la cultura, a lo largo del siglo XV llega a Castilla y Aragón la influencia del Humanismo italiano. Los nobles y los burgueses enriquecidos se dan cuenta de la utilidad del saber, tanto por el progreso técnico como por ser signo de elegancia en una sociedad inculta. Por tanto, también en España se refinan las rudas formas de vida medievales y la cultura se convierte en un rasgo de distinción social.

2. LA LÍRICA TRADICIONAL. EL ROMANCERO

2.1. Lírica Tradicional

 De esta poesía de transmisión oral y ámbito popular se conservan los primeros testimonios escritos en castellano a finales del siglo XV, aunque debía de cantarse desde mucho tiempo atrás.
En este cancionero popular y tradicional, cuya forma más difundida es el villancico (canción propia de villanos, habitantes de la villa), se manifiestan emociones e ideas de modo finamente estilizado y expresivo.

2.1.1. Características

Esta lírica tradicional cuyo universo es, en realidad, el mismo que el de otras manifestaciones líricas peninsulares como las jarchas o las cantigas de amigo gallegas, es solo sencilla en apariencia. Se trata de una lírica de carácter esencialmente simbólico. Símbolos como el mar, las aguas dulces (ríos, fuentes, lagos…), el mundo vegetal (árboles, plantas, flores, frutos…), el ancho campo (montes, sierras, valles…) los animales (ciervos, aves…), el viento, el sol, la primavera, el alba, apuntan todos a un concepto vitalista del mundo, a una llamada acuciante al disfrute amoroso.
Los temas y motivos más característicos del cancionero tradicional son la belleza femenina (la belleza morena), la bella malmaridada, la niña enamorada, la monja a la fuerza, el tormento amoroso, las citas amorosas, el insomnio y el alba, lamentos por la ausencia, los placeres del amor, el amor y su entorno (canciones de trabajo y caza, las fiestas de amor), las serranillas, etc.


2.1.2. Los principales aspectos estilísticos

a) Sobriedad: las canciones tradicionales se caracterizan por la contención, la sobriedad, la ausencia de elementos ornamentales. Otro rasgo es la referencia a lo real e inmediato (plantas, animales, objetos diversos, sentimientos universales). La sintaxis de estos textos es sencilla.

b) Lenguaje afectivo: Los matices afectivos se muestran a través del empleo de diminutivos, al igual que las jarchas. 

c) Repeticiones, paralelismos, aliteraciones y otros recursos estilísticos: La repetición, en sus distintas modalidades, es elemento esencial en la expresividad de la lírica tradicional. Es obvio que el carácter musical de la lírica tradicional propicia el uso de esos recursos.

2.2. EL Romancero

Los romances son poemas de carácter narrativo, por lo general no muy extensos, compuestos por un número indefinido de versos octosílabos, con rima asonante los pares y quedando sueltos los impares. Es una forma literaria originalmente oral, cantada o recitada con acompañamiento musical.
 Para su estudio, los romances se dividen en tres bloques:

a)      Romancero viejo: conjunto de romances que se cantaban a finales de la Edad Media. Son anónimos y su primera forma de transmisión fue oral. Se subdividen a su vez en dos grandes grupos:
a.      Romances tradicionales o históricos, cuyos temas pertenecen a la épica primitiva: el Cid, Fernán González, Infantes de Lara, Don Rodrigo…
b.      Romances juglarescos, que tratan otros asuntos: últimos tiempos de la reconquista, Carlomagno, el rey Arturo, etc.
b)      Romancero nuevo o artístico: el interés por lo popular hace que los poetas más importantes de los siglos XVI y XVII continúen cultivando el romance. Sus autores son ahora, lógicamente, conocidos y se transmiten por escrito desde su creación.
c)      Romancero oral moderno: enorme conjunto de romances recogido desde finales del siglo XIX hasta hoy tanto en la Península como en Canarias, en Hispanoamérica y en los diversos países donde se asentaron los sefardíes (judíos de origen español).


2.2.1. Origen de los romances

Existen diversas teorías sobre el origen de los romances. Algunos críticos consideran que los romances surgieron de la descomposición de los cantares de gesta. Al dividirse los largos versos de los cantares, los hemistiquios iniciales habrían dado lugar a los versos impares sin rima de los romances, mientras que los pares asonantados procederían del segundo hemistiquio y de ahí que conserven la rima.

Por ello, otros críticos señalan que los romances  fueron fruto de la invención de algún poeta que habría tenido mucha aceptación.

2.2.2. Características de los romances

 Los romances se transmitían de forma oral lo que dio lugar a numerosas variantes.
Los rasgos más comunes de los romances son:

a)      Son poemas narrativos y muestran las características de los textos narrativos:
a.      Narrador: en muchos de ellos aparece un narrador objetivo e impersonal (narrador omnisciente), aunque en otros casos aparece  un narrador interpuesto, que habla en primera persona.
b.      Estructura: los romances suelen respetar el orden cronológico lineal de la narración (presentación, nudo y desenlace), aunque en muchas ocasiones este se rompe. 
                                            
                                        
c)      En lo referente a la métrica: son series de versos octosílabos, con rima asonante solo en los pares, aunque no son infrecuentes las irregularidades métricas.

d)      En cuanto a los recursos literarios, abundan las repeticiones, las enumeraciones y las antítesis.

e)      Hay en general ausencia de didactismo (no se pretende una enseñanza moral) y de referencias religiosas.

2.2.3. Los temas de los romances

Por sus asuntos, los romances suelen clasificarse en cuatro grupos:

a) De tema épico castellano: el rey don Rodrigo, Fernán González, el Cid…

b) Fronterizos y moriscos: narran escaramuzas guerreras entre moros y cristianos en tierras de frontera, o bien cantan la caballerosidad y refinamiento de los moros.

c) De tema épico francés (también llamados carolingios): Carlomagno, Roldán, la batalla de Roncesvalles…

d) Novelescos y líricos: temas mitológicos, históricos o simplemente inventados.

3. LA LÍRICA CULTA. POESÍA CORTESANA

En el siglo XII surge en Provenza (región del sur de Francia) un tipo de poesía que tendrá gran trascendencia en toda Europa. Su tema es el amor y sus creadores son los trovadores, poetas cortesanos que componían no sólo el texto sino también la música con que debía cantarse. La poesía trovadoresca influye en la lírica gallega de los siglos XIII y XIV y, sobre todo, en la poesía catalana, en la que el provenzal llegó a ser la lengua poética.
Su influencia es también enorme en Italia, en poetas como Petrarca, cuya lírica ejercerá un gran influjo en la poesía europea del final de la Edad Media y dará lugar a una corriente literaria: el petrarquismo.

3.1. Temas de la Poesía Cortesana

La poesía cortesana desarrolla tres temas fundamentales:
a) Poesía moral: censura los vicios de los individuos y grupos.
b) Poesía religiosa: critica la relajación de costumbres. Busca provocar pena y piedad.

c) Poesía amorosa:
En el segundo tercio del siglo XV hubo un reajuste de los géneros en la poesía amorosa castellana, desapareció  la cantiga y se extendió la canción (breve poema destinado al canto). 

Aparte de las cuestiones de forma, la principal  novedad de esta poesía es el nuevo concepto de amor que desarrolló: el amor cortés (fins amor). El amor cortés era una nueva forma de expresar los sentimientos amorosos acorde con la mentalidad cortesana y palaciega de la nobleza de la época. Era un tipo de amor basado en la consideración de la dama como un señor feudal (un ser superior) y en el enamorado como un  vasallo, un siervo incondicional que debe rendir culto y vasallaje a la dama.  Como sólo una mujer casada y noble podía tener la categoría de “señor”, al poseer propiedades y vasallos, el poeta solía elegir a una mujer casada para dedicarle sus canciones. Para no despertar las sospechas del marido, se imponía una rígida discreción (el secretum) y mucho disimulo (la utilización de la senhal o nombre fingido para dirigirse a la amada, por ejemplo. El amor debía sufrir diferentes etapas en las que el poeta iba consiguiendo el favor de la amada: tras revelarle sus sentimientos, pasaba a prestarle un servicio (hoy diríamos cortejarla) por el que, finalmente podría recibir un galardón o recompensa. El amor es, además, considerado como fuente de todas las virtudes, ya que el enamorado, mientras persevera en el amor hacia la amada, desarrollará paciencia, constancia, decisión, lealtad, educación y valentía.

El amor se considera una fuerza sobrecogedora que crece ante el rechazo de la amada: se acepta el sufrimiento por amor y hasta se encuentra placer en este dolor, pese a todo se prefiere la muerte por amor a su carencia. La dama aparece en este contexto como la “bella dama sin piedad”, a la que el enamorado suplica inútilmente. El galán es totalmente pasivo, limitándose al lamento y al ruego.


3.2. Los Cancioneros

En España, la poesía cortesana se recoge en colecciones llamadas Cancioneros, colecciones poéticas destinadas a los nobles que no son sólo guerreros y políticos, sino cortesanos, mecenas y poetas ellos mismos en muchos casos.
 Los más importantes son el Cancionero de Baena y el Cancionero de Estúñiga.


3.2.1. Principales poetas cortesanos

Los poetas más importantes: Juan de Mena el Marqués de Santillana
y Jorge Manrique se dejaron deslumbrar por la revolución cultural que el humanismo había producido en Italia, e intentaron imitarla llenando sus versos de voces y construcciones latinas, de constantes referencias mitológicas y de una erudición a menudo gratuita. El resultado fue una literatura que alejaba la lengua poética de la coloquial.

a) Íñigo López de Mendoza, el Marqués de Santillana (1398-1458)
Fue uno de los aristócratas más poderosos de su tiempo. Formado en la corte de Alfonso V de Aragón, reunió una rica biblioteca, se rodeó de sabios y compuso una abundante obra literaria, en la que destacan los Sonetos fechos al itálico modo (intento fallido de adaptar al castellano el endecasílabo italiano), y  poesía amorosa en la que destacan sus famosas Serranillas de inspiración popular, donde narra el encuentro de un caballero y una pastora.

  b)  Juan de Mena (1411-1456)
Fue un humanista dedicado en exclusiva al cultivo de las letras. Sin embargo, su poesía se encuentra lejos del ideal renacentista de la claridad y la sencillez. Por el contrario, la complicación, el artificio, el lenguaje latinizante y la erudición son las características de sus obras, entre las que destaca el extenso poema alegórico titulado Laberinto de Fortuna.

 c) Jorge Manrique.


4. JORGE MANRIQUE (h. 1440-1479)

4.1.  Biografía 
Hijo de don Rodrigo Manrique, Maestre de la Orden de Santiago, nació en Paredes de Nava (Palencia) en 1440, aunque ninguno de los datos es seguro. En su vida destaca especialmente la acción militar en el bando de Isabel I. Pertenecía al linaje de los Lara, caracterizado por su nobleza, poder y riqueza. Murió en 1479 en Santa María del Campo, a causa de una herida recibida en un enfrentamiento secundario.

4.2. El escritor

Jorge Manrique, sobrino del escritor Gómez Manrique y miembro de una familia fuertemente involucrada en la política y en la milicia, es el máximo representante de la lírica castellana del siglo XV. Su poesía amorosa continúa la línea cortesana y la tradición del amor cortés, pero hay en ella innovaciones que proceden de Petrarca.
La composición que ha convertido a Manrique en uno de los grandes poetas de nuestras letras son las celebérrimas Coplas a la muerte de su padre, Rodrigo Manrique, fallecido en 1476.

4.3. Coplas a la muerte de su padre

Se trata de una dolorosa elegía en la que  lamenta sentenciosa y melancólicamente la inestabilidad de los bienes de la fortuna, la fugacidad de las glorias humanas y el poder igualitario de la muerte, que no respeta ni la grandeza ni las riquezas. La virtud personal es lo único que desafía al tiempo y al destino. Ilustra esa reflexión con ejemplos clásicos y castellanos y se concentra, finalmente, en la figura de su padre y en la serena aceptación de la muerte por parte de éste.

4.3.1. Métrica

En cuanto a la métrica, Manrique adopta modos novedosos: opta por el octosílabo, el verso por excelencia de la lírica y más cercano al estilo coloquial. La obra está compuesta de cuarenta coplas formadas cada una de ellas por dos sextillas unidas, cuyos versos 3º y 6º son de cuatro sílabas (pie quebrado) y los restantes de ocho, con rima consonante, que sigue esta estructura: 8a , 8b, 4c, 8a, 8 b, 4c, 8d, 8e, 8f, 8d, 8e, 8f. Esta estrofa se denomina copla de pie quebrado o copla manriqueña.


1)      Coplas I-XIII: nos habla exclusivamente de la vida terrenal y de su fugacidad. Introduce una reflexión de carácter general sobre la muerte, la fugacidad de la vida y la inestabilidad de la fortuna

2)      Coplas XIV-XXIV: alude a otro tipo de vida menos efímera, la de la fama, ilustrada por los personajes más insignes y recordados de su tiempo. Escoge una serie de personajes históricos relacionados directamente con su padre: los dos reyes en cuyos reinados vivió don Rodrigo, y sus ministros más importantes, contra quienes llegó a enfrentarse.  Jorge Manrique utiliza para ello el tópico del Ubi sunt?. 

3)      Coplas XXV-XL: introduce el tercer tipo de vida, la que triunfa sobre las otras dos, que es la Eternidad, ejemplificada en don Rodrigo Manrique, quien la ha alcanzado por su conducta modélica. En esta parte se centra en la muerte de su padre, el Maestre don Rodrigo, motivo de la composición y hace el panegírico del mismo, alabando sus virtudes naturales y sus hazañas,  y valorando su vida militar. Por último, (estrofas 33-40) se muestra el diálogo entre el Maestre y la Muerte. El Maestre acepta con cristiana resignación el tránsito final. La copla 40 y última del poema sintetiza el tópico  de la “consolación”: Manrique presenta a su padre consciente de morir y rodeado de su familia y expresa la esperanza en la salvación de su padre y el recuerdo de su vida —su fama— como modelo de caballero y hombre de bien.

4.3.3. Temas y tópicos de la obra

a) Tema central: el triunfo sobre la muerte

Evidentemente, el tema principal es el de la muerte.

§    Por una parte destaca su poder igualitario: la vida humana crea diferencias, pero la Muerte iguala a todos los seres humanos. Destaca, además,  su aparición inoportuna: su llegada es imprevisible, aparece de cualquier momento y de forma inesperada, e ineludible, nadie puede evitarla.
§    En consonancia con el tópico de la consolación, Manrique rechaza presentar a la Muerte como un ser terrible o pavoroso y la convierte en una intermediara del más allá, mensajera de una vida mejor, que se dirige cortésmente a don Rodrigo, exhortándolo a que acepte su destino con felicidad y entereza pues está a punto de abandonar los engaños del mundo. Es una visión elegante y serena de la muerte.

b) Temas secundarios:

§  Las tres vidas: Jorge Manrique considera que existen tres vidas: la vida eterna o verdadera, la vida terrenal y la vida de la fama. La vida eterna es la que espera a todo buen cristiano en el cielo si ha cumplido con su obligación en la tierra. La vida de la fama, por la que se perdura a través de recuerdo y la vida terrenal que es la que termina con la muerte y que es sólo un tránsito a la verdadera,  que es la eterna. La afirmación de la vida de la fama es un rasgo prerrenacentista, al igual que la Fortuna.
§  La Fortuna (tópico de la Fortuna mutabile): Es un azar ciego y arbitrario que desencadena las tragedias humanas. Se la representa como una rueda caprichosa e inestable que reparte a su antojo la felicidad y la desgracia.
§  El Ubi sunt?: Se trata de un tema tópico de la literatura medieval, se traduce ¿Dónde están?. Este tema consiste en una serie de preguntas retóricas en las que el poeta se interroga sobre el paradero de la belleza, las riquezas y los bienes perecederos.

§  Tópico del menosprecio del mundo: Se considera que todos los bienes terrenales (el poder, la riqueza, el placer, la juventud, la belleza…) son despreciables porque son engañosos, fugaces e inestables porque sobre ellos actúan la fortuna, el tiempo y la muerte.

§  Tempus fugit (El tiempo huye): El tiempo transcurre inexorablemente y nos conduce a la muerte. Es inaprensible e irreversible: se nos escapa de las manos.
§  Vita flumen (La vida como río): La conocidísima imagen del poema que equipara la vida humana con un río (así el curso del río sería la vida y su desembocadura en el mar, la muerte) y la identificación del caudal del río (grande, mediano y chico) con la riqueza de los seres humanos.
§  Homo viator (El hombre viajero): la vida considerada como un viaje, un camino, que el ser humano, el viajero debe realizar. Este viaje nos va cambiando y purificando, transformándonos en personas más sabias y maduras, conforme atravesamos por diversas experiencias.

4.3.4. Estilo

El estilo empleado por Jorge Manrique en las Coplas, caracterizado por su naturalidad, es profundamente innovador en relación con toda la tradición literaria anterior. El poeta sustituye el estilo elevado, típico de la poesía cortesana del XV, por un estilo humilde, en el que adquiere relevancia el uso de sentencias.



5. LA PROSA DEL SIGLO XV

Durante este siglo el desarrollo de la prosa en castellano es considerable. Se nota ya la evolución que la aleja de la simplicidad de los ejemplos medievales. Dos son los géneros que florecen en este siglo: las novelas sentimentales y los libros de caballerías.

5.1.  Las Novelas Sentimentales

Adelantan muchos de los rasgos de lo que hoy conocemos como novela: personajes en conflicto con su entorno, análisis de la intimidad, cierta evolución psicológica de los personajes, protagonistas angustiados, etc. El amor es el tema de todas estas obras: un caballero se enamora de una doncella, esta acepta sus ofrecimientos epistolares, pero no quiere (o no puede) corresponderle por razones de honor. Suele aparecer un aliado del caballero, un “autor-testigo” y adversarios del protagonista, encarnados en rivales amorosos. La historia concluye con el amante encerrado en soledad o quitándose la vida. 
La más interesante de ellas es la Cárcel de amor de Diego de San Pedro, libro muy popular en su tiempo, traducido a varios idiomas y reeditado continuamente durante todo el siglo XVI. 

5.2. Los Libros de Caballería 

Se conocían y se leían en la Península en los últimos siglos medievales. El más importante de todos es el Amadís de Gaula.  Los libros de caballerías están protagonizados por caballeros cuya misión es proteger a los indefensos. Los héroes se caracterizan por su valor, su honor, su lealtad y su religiosidad. Pero estos caballeros son muy diferentes a los héroes de los cantares de gesta: están idealizados, como corresponde a los nuevos gustos de la nobleza, que ya no es feudal ni guerrera, sino aristocrática, cortesana y refinada.

El héroe debe enfrentarse a toda clase de peligros humanos y sobrehumanos: enemigos en las encrucijadas, gigantes, dragones, ejércitos, magos y encantadores. De todas las aventuras saldrá siempre triunfante hasta alcanzar la recompensa buscada: la mano enamorada y el reino o el condado. 

El libro de caballerías más célebre es el Amadís de Gaula.
La novela circulaba ya a mediados del siglo XIV. Narra las aventuras de Amadís y los obstáculos con los que se enfrenta para casarse con su amada Oriana, la doncella más leal, hermosa y enamorada. En la novela se alternan lugares reales (España, Irlanda) con otros exóticos o maravillosos. Alternan también los espacios abiertos y los cortesanos o palaciegos.

El Amadís emplea la técnica del entrelazamiento: interrumpe las aventuras y se reanudan más tarde. Cervantes, en su Quijote, parodiará muchos de los personajes, argumentos y técnicas del Amadís.


6. EL TEATRO DEL SIGLO XV

6.1. Danzas de la Muerte

Como durante la Edad Media era difícil distinguir entre el teatro y las fiestas, ferias y celebraciones diversas, ciertos textos literarios pudieron estar presentes en los espectáculos públicos, gracias a los elementos teatrales que contenían: coplas, coloquios, diálogos, romances dialogados, villancicos, canciones, etc. Así, es posible que fuera dramatizada la anónima Danza general de la Muerte, de fines del siglo XIV o principios del XV. Formaba parte de un grupo de poemas, las danzas macabras o Danzas de la muerte, abundantes en la literatura europea de finales de la Edad Media, en los que la muerte invita a un siniestro baile a todos los hombres, desde los más humildes a los  más poderosos.

6.2.  Teatro Religioso

Los autos sacramentales eran obras que se representaban en carros en la festividad del Corpus y que son el antecedente de los autos sacramentales del XVII. Se conservan, además, algunas piezas religiosas en las que aparece un personaje muy importante en el teatro posterior: el pastor bobo.

6.3. Teatro Profano

A fines de siglo, tenemos ya notables obras de teatro profano. La nobleza, más refinada, empieza a acoger representaciones teatrales en sus palacios. El teatro popular, inseparable de la fiesta, pasa de la calle a los espacios interiores y se transforma en teatro cortesano.
En esta transformación tiene un papel importante Juan del Encina (1469-1529). y Lucas Fernández ( 1474-1542)

7. LA CELESTINA



7.1. Ediciones

En 1499 se publicó anónima la Comedia de Calisto y Melibea. Constaba de dieciséis actos. Se reeditó al año siguiente con el nombre de su autor, Fernando de Rojas. En 1502 se imprime con un nuevo título Tragicomedia de Calisto y Melibea, y con importantes novedades: cinco nuevos actos, modificaciones, supresiones y un prólogo en el que Rojas justifica los cambios. La obra se conoce habitualmente como La Celestina, nombre de su personaje más importante.

7.2. Autoría

La autoría de la Comedia de Calisto y Melibea, después Tragicomedia, ha sido muy discutida. 

El libro contiene once octavas acrósticas[1], cuyo sentido explica el corrector Alonso de Proaza en unas coplas al final del libro. Las once octavas, al unir la primera letra de cada verso, dicen: “El Bachiller Fernando de Rojas acabó la Comedia de Calisto y Melibea e fue nascido en la Puebla de Montalbán”.

En la carta “a un su amigo”, Fernando de Rojas dice que, habiendo encontrado el primer acto mientras estudiaba Derecho en Salamanca y viendo que la obra resultaba de agradable y provechosa lectura, se resolvió a continuarla durante el tiempo de ocio que le permitían las vacaciones de Semana Santa. En la actualidad se acepta que Fernando de Rojas es el autor de los actos II al XXI y que el primer acto lo compuso un autor desconocido cuya identidad permanece, de momento, oculta.
Fernando de Rojas nació en La Puebla de Montalbán (Toledo) hacia 1473-6; era hijo de Hernando de Rojas, acusado de judaizante por la Inquisición. Estudió en Salamanca, donde se graduó de bachiller después de seis años de formación en artes y derecho. Se estableció como jurista en Talavera de la Reina, donde se casó y donde llegó a ser en 1538 alcalde mayor.  La Celestina es su única obra conocida. Sabemos, sin embargo, que siempre estuvo interesado en la literatura como atestiguan los libros de su biblioteca donde se encontraban, junto a los textos profesionales y religiosos, numerosas obras literarias.

7.3.  El género de La Celestina

Ha sido uno de los  problemas más debatido. En los siglos XVI y XVII, la obra se consideraba sin duda una obra teatral,  pero en el siglo XVIII, la gran extensión de la obra y el peculiar tratamiento del espacio y el tiempo, llevó a considerarla una novela dialogada.
En la actualidad, se tiende a pensar que se trata de una obra teatral (Comedia humanística)enteramente dialogada, dividida en actos y con técnicas dramáticas como los apartes— pensada no para la representación propiamente dicha, sino para una lectura pública, lo que era bastante habitual en  la época. De hecho, las comedias humanísticas que le sirven de modelo  se divulgaban a través de lecturas públicas.

7.4. Argumento

   Calisto, rechazado por Melibea, acude, según consejo de su criado Sempronio, a la alcahueta Celestina; esta obtiene el sí de Melibea y una rica recompensa de Calisto. Sempronio y otro criado, Pármeno, riñen con Celestina  por su parte en el pago, lo asesinan y son ajusticiados. Calisto, al volver de los brazos de Melibea, tropieza con una escala y se mata. Melibea se suicida y su padre lamenta el desconcierto del mundo y la crueldad del amor. 

7.5. Estructura

El motor de la acción de La Celestina es el amor-pasión que sienten los protagonistas y su estructura se asienta en el contraste amor y muerte.


7.6. Personajes

Los personajes de La Celestina son criaturas singulares que se van configurando por sus parlamentos y por los juicios y descripciones de los demás personajes. Las relaciones que se establecen entre ellos son de carácter opositivo. 

a) Celestina: Aunque los protagonistas son Calisto y Melibea, Celestina señorea la obra entera; este es el hecho que justifica el cambio de título. Celestina, personaje central en el haz de relaciones y conflictos, cataliza toda la mecánica del drama. De hecho, antes de comenzar el relato en sí, muchos de los personajes ya se conocían entre ellos, pero quien realmente conoce a todos es Celestina, en contraste con Calisto, personaje solitario por antonomasia. Celestina explota a Calisto, seduce y hechiza a Melibea, utiliza y engaña a los criados e instrumentaliza a las prostitutas.

Celestina es una vieja alcahueta, astuta y despiadada, que se gana la vida como hechicera, “maestra en componer amores” y proxeneta, ocultando su verdadero trabajo bajo el aspecto de una anciana que vende baratijas y cosméticos de casa en casa, lo que no impide que todos sepan quién es y a qué se dedica, como demuestra la descripción que hace de ella Pármeno.

Celestina conoce a la perfección la naturaleza humana y, gracias a su inmensa experiencia y a su inteligencia y habilidad, consigue siempre todo aquello que se propone. Su único propósito es obtener ganancias económicas de todos sus trabajos, para ello no le importa utilizar ningún medio, sea lícito o no. Precisamente, esta codicia será lo que determina su fin: su negativa a compartir las ganancias obtenidas de Calisto, tal como habían acordado, provocarán la muerte de Celestina.

Importante es señalar que Celestina ama su oficio y lo realiza con el interés de una profesional, como otros realizan el suyo. De hecho, se siente orgullosa de su habilidad y se vanagloria de ello ante Pármeno y Sempronio. Celestina considera que el amor (el sexo) es una fuente de vida y de placer que la naturaleza proporciona y se jacta de haber dedicado su vida al comercio con la sexualidad.

Destaca especialmente por sus habilidades retóricas: Celestina sabe siempre qué argumentos debe esgrimir, qué palabras debe pronunciar y qué actitudes debe tomar para conseguir lo que desea de los demás. Así, cuando intenta atraer a Pármeno hacia su causa utilizará el halago, los mimos, la mentira (con la falsa promesa del tesoro escondido que le confió la madre de Pármeno para que se lo diera)… hasta descubrir que la debilidad del joven Pármeno es el sexo. La promesa de un encuentro sexual con Areúsa bastará para convencer definitivamente a Pármeno de que traicione a su amo.

b) Calisto: Al principio de la historia es más un personaje cómico que trágico, ya que representa la parodia del amor cortés y la locura amorosa. Como enamorado es torpe y atolondrado, no respeta las reglas del amor cortés: no aguarda el periodo de espera antes de hablar con su amada, no guarda el secreto de su amor y busca una alcahueta para que le ayude a lograr su propósito. Su comportamiento es el del “loco de amor”, fácilmente manipulable por todos y cuyo deseo no conoce límites: ni las muertes de sus criados o de Celestina, ni las dudas o temores de Melibea le importan, sólo le interesa lograr su pasión. Su soledad lo hace patético y su egoísmo brutal lo distancia al mismo tiempo.

c) Melibea: Es el verdadero personaje trágico. Algunos críticos opinan que es víctima del conjuro de Celestina.   Una vez descubierta su pasión, sus actuaciones son claras y precisas, tanto en el amor como en el trato con los criados y Celestina. Representa el vitalismo y  la transgresión sin remordimientos de la norma establecida; ni siquiera muestra señales de arrepentimiento al suicidarse (“¿Cómo no gocé más del gozo?”); sólo lamenta el dolor que causará a sus padres.

d) El pueblo llano: Una de las mayores originalidades es el importante papel ejercido por el mundo bajo. Sus intereses y conflictos van parejos a los de los personajes de alto rango. En La Celestina las gentes del pueblo entran a formar parte de la trama trágica. Fernando de Rojas  ha hecho intervenir en su obra a los criados y a las prostitutas como si se tratase de personajes de alto rango social.

Sempronio es el falso sirviente de la comedia romana interesado sólo en su propio beneficio. No duda ni un momento en traicionar a su amo y en aprovecharse de él, ya que no  siente hacia Calisto ninguna lealtad ni ningún sentimiento de compasión o cariño.

Pármeno es un personaje más complejo. Inicialmente, siente aprecio por su amo y le advierte de la trampa que le están tendiendo, pero la estúpida actitud de Calisto y las promesas de Sempronio y Celestina acaban convirtiéndolo en cómplice de estos.

Lucrecia es  la criada de Melibea, cómplice de los amores de su ama con Calisto. Representa a la criada lujuriosa y poco fiable. 

Elicia y Areúsa, las prostitutas que trabajan para Celestina, encarnan a las mujeres que no tienen que ocultar sus sentimientos y que pueden llamar a las cosas por su nombre. Los amores de las prostitutas con los criados contrastan con la relación de Melibea y su amado, y representan el lado realista y crudo.
Centurio es un sicario contratado por Elicia y Areúsa para que mate a Calisto y así vengarse de la muerte de Pármeno y Sempronio.  Este personaje es uno de los añadidos por Rojas en su segunda versión de la obra.

e) Los padres de Melibea: Alisa es autoritaria, pagada de su posición social, e ignorante de todo lo que se refiere a su hija.  Pleberio, el padre, también desconoce la verdadera naturaleza y los sentimientos de su hija. Su retórico discurso final, ante el cadáver de su hija, dará testimonio de la enseñanza final: dejarse llevar ciegamente por la pasión conduce a la muerte.

7.8. Temas e interpretación de La Celestina

a) El amor y el sexo:

El tema central de La Celestina es la fuerza arrolladora de la pasión amorosa. Todos los personajes se rinden al poder del amor. La intención de Rojas no es regodearse en lo erótico, sino reflejar con crudeza la realidad del sexo para denunciar a los “locos enamorados” que se dejan llevar por las pasiones.
El amor es percibido como una enfermedad. En efecto, en aquella época este sentimiento era considerado como uno de los tipos de locura humana, lo que explica el comportamiento alocado de Calisto y Melibea. Ambos son presentados con los síntomas de la “enfermedad del amor”: pérdida de apetito, accesos de llanto o risa inexplicables, insomnio, estados de ánimo variables…
 
El amor se relaciona igualmente con la magia, Celestina realiza un conjuro, la philo-captio (captación de amor), práctica por la cual se creía que se podía provocar una pasión amorosa. La magia se puede interpretar de diversas maneras: el hechizo es efectivo, lo que explicaría el cambio repentino de opinión de Melibea con respecto a Calisto;  por último, podríamos pensar que la verdadera magia de Celestina han sido sus palabras que han hecho surgir en el corazón de Melibea el deseo de disfrutar de la vida y aceptar a Calisto como amante.
El amor y su relación con la fortuna. Tras la muerte de Calisto y Melibea, Pleberio señala como autor de la tragedia al amor, a quien acusa de maltratar a sus propios seguidores. A su vez, el amor ha sido el instrumento de la fortuna, fuerza sobrenatural que reparte de forma arbitraria alegrías y calamidades entre los seres humanos. El caso de Calisto es muy significativo: justo cuando acaba de alcanzar la gloria sexual, Calisto sufre un severísimo golpe de infortunio, al bajar de una escalera, accidente que provoca su muerte. La caída es real, pero también metafórica, ya que representa tanto la pérdida de la buena fortuna, como su caída moral.
Fernando de Rojas consideraba que la fortuna estaba tutelada por la providencia divina, lo que significaba que Dios podía proteger a los hombres de la Fortuna. La Celestina tiene un profundo sentido cristiano, así que, dado el mal comportamiento de los personajes, es lógico que Rojas los condene a sufrir y perecer. Rojas condena en Calisto y Melibea su excesiva lujuria y en los otros personajes su egoísmo o su codicia. Para Rojas, el amor destruye todo el orden y se convierte en una de las armas que emplea el mundo para atormentar a los seres humanos. Un mundo sin sentido, cruel e injusto, verdadera “morada de fieras”, como afirma Pleberio.


b) El dinero

La obra refleja además la mentalidad de la sociedad castellana del siglo XV y los valores propios del naciente capitalismo: afán de ganancia, actitud práctica ante la vida, individualismo. El móvil principal de Celestina es económico, y también el de los criados, auque se combine en el caso de estos con el sexo que la alcahueta controla. 

Se nos muestra una visión del mundo muy pesimista, que presenta la vida como lucha constante de unos seres faltos de ideales morales y prisioneros de sus bajas pasiones, donde el dinero lo puede todo y no existe ni la solidaridad ni la amistad.

c) La muerte

En ella desembocan todos los conflictos. La muerte surge por primera vez en el auto XII, con el asesinato de Celestina, y no cesa de estar presente hasta el final del auto XXI, con el lamento de Pleberio por el suicidio de Melibea. La muerte de Celestina actúa como auténtico detonante del resto de las muertes: todas las muertes de los personajes se producen tras una caída, como si el asesinato de Celestina provocara una onda expansiva que afecta negativamente a todos los personajes. El suicidio de Melibea constituye la cumbre de esta desesperanzada visión, máxime si consideramos que el suicidio era durísimamente condenado por la Iglesia y por la autoridad civil, lo que incluía entierro y sepultura denigrante para sus autores.

Todos estos factores configuran un mundo sumamente negativo. El pesimismo de La Celestina y la crítica extrema que la obra contiene constituyen en gran medida su núcleo doctrinal, no tan distinto, por otra parte, al que exhiben las Danzas de la muerte.

7.8. Lengua y estilo

En La Celestina se aúnan en equilibrio admirable, el mundo medieval y el renacentista, por una parte, y la tendencia culta y la popular por otra. Esto determinará en gran medida el lenguaje y el estilo.
Se puede distinguir, en efecto, un lenguaje culto y latinizante, cargado de artificios, y un habla popular llena de refranes y de expresiones vivaces. La separación no es, sin embargo, nítida: el uso de los diferentes niveles del lenguaje no corresponden de forma absoluta a estamentos sociales distintos —señores y plebeyos— sino que se entrecruzan ambas tendencias, dependiendo del emisor, del interlocutor y del asunto.

El lenguaje popular, tan rico en La Celestina, está sujeto a cierta mesura; es prudente en el uso de los modismos del hampa y prescinde de dialectalismos y de formas de ambientación localista que hubieran proporcionado fáciles elementos de comicidad y colorismo. En cambio, es destacable la gran abundancia de refranes.
Por último, en La Celestina, la técnica del diálogo se manifiesta con suma perfección.

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-Actividades: 

Comentario de textos

La Celestina.Texto 1

CALISTO.- Comienzo por los cabellos. ¿Ves tú las madejas del oro delgado que hilan en Arabia? Más lindos son y no resplandecen menos. Su longura hasta el postrero asiento de sus pies, después crinado y atados con la delgada cuerda, como ella se los pone, no ha más meester para convertir los hombres en piedras.

 SEMPRONIO.- (Aparte.) Más en asnos.

 CALISTO.- ¿Qué dices?

SEMPRONIO.- Dije que esos tales no serían cerdas de asno.

CALISTO.- ¡Ved qué torpe y qué comparación!

SEMPRONIO.- (Aparte.) ¿Tú cuerdo?

 CALISTO.- Los ojos verdes rasgados, las pestañas luengas, las cejas delgadas y alzadas, la nariz mediana, la boca pequeña, los dientes menudos y blancos, los labios colorados y grosezuelos, el torno del rostro poco más luengo que redondo, el pecho alto, la redondez y forma de las pequeñas tetas, ¿quién te la podría figurar? ¡Que se despereza el hombre cuando las mira! La tez lisa, lustrosa, el cuero suyo oscurece la nieve, la color mezclada, cual ella la escogió para sí.

SEMPRONIO.- (Aparte.) ¡En sus trece está este necio!

CALISTO.- Las manos pequeñas en mediana manera, de dulce carne acompañadas; los dedos luengos; las uñas en ellos largas y coloradas, que parecen rubíes entre perlas. 

 (La Celestina, Fernando de Rojas)

 

Preguntas:

1. ¿Cuál es el tema principal de este fragmento de La Celestina?

2. ¿Qué orden sigue Calisto en la descripción de Melibea?

3.  Extrae las metáforas y comparaciones que se emplean para describir a Melibea. Explícalas.

4. Define y propón un sinónimo para las siguientes palabras: menester, tez y lustrosa .

5. Explica la expresión “estar o mantenerse en sus trece” que emplea Sempronio . ¿Conoces alguna otra expresión similar?

6. La forma plural de “rubí”. ¿Cuál es la regla de formación del plural que siguen los sustantivos y adjetivos terminados en –í tónica? Forma el plural de bisturí y carmesí.

La Celestina.Texto 2

 Comprensión lectora Lee el texto y contesta a las preguntas (con tus palabras, sin copiar del texto)

 

 CELESTINA: ¿Quién soy yo, Sempronio? ¿Me has sacado tú de la putería? Calla tu lengua, respeta mis canas, que soy una vieja como Dios me hizo, y no peor que las demás. Vivo de mi oficio, como cada cual del suyo, y muy limpiamente. A quien no me quiere, no le busco. Vienen a mi casa a buscarme y a rogarme. Si vivo bien o mal, sólo a Dios le importa. Y no pienses en maltratarme, que hay justicia para todos y para todos es igual: que aunque soy mujer, yo seré oída y vosotros castigados. Y tú, Pármeno, no pienses que soy tu prisionera por conocer los secretos de mi vida pasada y los casos que me sucedieron con la desdichada de tu madre.

 PÁRMENO: (Amenazador) No me hinches las narices con esos recuerdos, o te envío donde está ella para que te quejes a gusto.

CELESTINA: ¡Elicia, Elicia! ¡Levántate de la cama y dame de prisa el manto, que como hay Dios que me voy a la justicia bramando como una loca! ¿Qué es esto? ¿Qué amenazas son estas en mi casa? ¿Atacáis muy bravos a una joven oveja? ¿A una gallina atada? ¿A una vieja de sesenta años? ¡Vaya hombres estáis hechos! ¡Arremeted contra los que ciñen espada! Señal es de gran cobardía atacar a los menores y a los débiles. Las sucias moscas nunca pican sino a los bueyes flacos, y los perrillos ladradores sólo se enfurecen con los pobres peregrinos. Como Elicia y yo somos mujeres, habláis y pedís demasiado. Pero si hubiere un hombre en la casa, no os atreveríais.

Preguntas:

1. ¿Con qué intención le dice Celestina a Sempronio: “¿Me has sacado tú de la putería?”? Justidica tu respuesta.

2. ¿Cree Celestina que ella ejerce un oficio honrado? Justifica tu respuesta citando frases del texto .

3. ¿Serán Pármeno y Sempronio castigados como dice Celestina? Razona tu respuesta con los conocimientos que tienes del argumento de La Celestina.

 4. Explica el significado de las palabras de Celestina: “Pármeno, no pienses que soy tu prisionera por conocer los secretos de mi vida pasada y los casos que me sucedieron con la desdichada de tu madre”.

 5. ¿Con qué le amenaza Pármeno? Justifica tu respuesta.

 6. Explica el significado de las palabras de Celestina: “Las sucias moscas nunca pican sino a los bueyes flacos, y los perrillos ladradores sólo se enfurecen con los pobres peregrinos”.

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